09 abr. Adultos con TDA/H: Brillantes y ambiciosos…, pero víctimas de un excesivo desgaste mental!
Arturo Argelaguer (2013)
Psicología clínica, social i de les organitzacions
Cuando asociamos las iniciales TDA/H a un adulto estamos hablando de un trastorno crónico con un claro historial de alteraciones sintomáticas en diversos ámbitos de su vida, que se remontan a la infancia y que le provocan mucha infelicidad y malestar.
Las personas adultas que antes o después acaban siendo diagnosticadas de Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA/H), no se caracterizan únicamente por una excesiva actividad motora o por un bajo rendimiento cognitivo, sino que es muy habitual que consulten al psicólogo o psiquiatra por motivos tan diversos como ludopatías, adicciones, depresiones, ansiedad, crisis de pánico, trastornos disociales o conductas obsesivo-compulsivas.
Son personas que suelen hacer grandes esfuerzos para alcanzar los objetivos profesionales y académicos previstos, aunque con unos resultados inferiores a los esperados en personas con similares capacidades. En otras ocasiones se ha observado que son capaces de mantener un adecuado nivel académico y/o profesional, si bien su vida parece un caos debido a la cantidad de objetivos que persiguen a la vez.
Ello les ha provocado que vivan rodeados de sentimientos subjetivos de inquietud y angustia, hiperactividad verbal (suelen hablar mucho o interrumpir a los demás mientras están hablando); y demasiadas veces observamos que se hunden en una depresión, causada por la frustración que los invade cuando se dan cuenta que la inversión personal ha sido excesiva a la hora de lograr cosas que deberían haber conseguido con mucho menor esfuerzo y desgate.
Muchos adultos padecen el TDA/H y no se dan cuenta. ¿Por qué? Porque muchas veces sus síntomas se confunden con los de vivir con estrés: Se incrementan las dificultades para mantener la atención, se distraen fácilmente, les cuesta escuchar o seguir las instrucciones de los demás, intentan aplazar las tareas para después o les cuesta terminar las que empiezan; pueden ser descuidados y desorganizados, con dificultades para manejar/controlar el tiempo, suelen dejar de hacer cosas o retrasarlas excesivamente, tienen poca tolerancia a la frustración, padecen problemas de insomnio o somnolencia diurna, están faltos de motivación,…
¿Observas estos síntomas en tu pareja?, ¿te parece que estemos describiendo a un conocido o familiar?, ¿eres tú quien se queja habitualmente de ello?
Para diagnosticar este trastorno en un adulto es imprescindible que se den dos premisas a la vez: a) que este trastorno ya estuviera presente durante la infancia, y b) que en la actualidad se dé un foco de alteración/deterioro, clínicamente significativo, en más de una área importante de su vida: a nivel social, profesional, académico o personal.
Si crees que podrías padecer el TDA/H del adulto te invito a hacer una primera consulta a través de Qoolife, donde me expliques tus experiencias y sensaciones para que podamos hacer una primera valoración y, si fuese necesario, iniciar un proceso diagnóstico y terapéutico
El proceso diagnóstico que realizamos desde nuestro centro es un reto importante para las personas adultas con un más que probable TDA/H: se llevan a cabo una serie de entrevistas clínicas que nos permiten obtener una cuidadosa historia clínica; administran varios tests que nos ayudan a detectar la severidad y frecuencia de la sintomatología actual y determinar su impacto y repercusión que tienen estas en su vida, tanto en lo referente a las relaciones personales como sociales, familiares y profesionales. Finalmente, y no menos importante, hacemos una exploración neuropsicológica de carácter global, que nos permite establecer el perfil cognitivo, atencional y mnemónico de cada persona, al tiempo que delimitamos los más que posibles déficits de los pacientes evaluados.
Creemos que es vital el diagnóstico y tratamiento del TDA/H del adulto, como trastorno primario que es, para permitir que las personas que lo padecen puedan resolver de forma mucho más rápida y satisfactoria los demás trastornos secundarios que los invaden.